Wah, por qué me pasa
esto a mí- sigue sacándose los pedazos
de tarta de la boca- es un horror. Hoy vine muerta de hambre de lo de mi uke, estuve todo el viaje pensando en qué podía
comer cuando llegara a mi casa y claro, sabía y era consiente a la perfección que mi imaginación era más poderosa que la
realidad, pues era una obviedad que en mi casa no habría más que algunas galletas
secas y un poco de agua con gas -_-
Al
entrar a mi hogar, tras un aburridísimo viaje de dos horas,
corrí aún esperanzada y me lancé sobre la heladera para
descubrir maravillada las sobras de vaya uno a saber cuándo. Tome la bandeja,
una tarta casi entera, y sin más la calenté al microondas. Era feliz, la dicha
de la gastronomía parecía abrazar mi pobre y gruñón estomago. La devoré como si nunca en mi vida hubiera comido algo igual,
era de contextura gomosa, pero tenía tanto apetito que no reparé siquiera en los ingredientes de la misma.
Una
sonrisa y una sensación cálida en mi cuerpo eran el resultado de tan agradable merienda/almuerzo.
Pero el
horror se hizo presente, sí señores, el espanto había tomado forma, color, olor...
y todo eso. Tras dejar el plato casi vacío, y tomar con mis dedos pequeños trocitos o migas que quedaban en él descubrí la
verdad, pude ver con mis propios ojos que lo que había ingerido no hacía más de
dos minutos no era más que la cosa por sobre todas las cosas más inmunda en el
Universo!! acababa de comerme una mega porción de tarta de champiñones!!!
T______T Quiero morir...